Aún recuerdo cuando tu aire destilaba suciedad y el trolebús te amenazaba en cada esquina, memorias de una ciudad sin glamour en el que los edificios amagaban con caerse y en el que tu decadencia contaminaba tu rutina; pero Oporto tu supiste mutar y cual cisne blanco desafiaste tu destino convirtiendo en objeto de deseo, aguamarina de Portugal hoy eres joya renacida.

Mutación que iniciaste el año 2002, cuando tus entrañas fueron abiertas y un deslumbrante metro salió a superficie poniendo los raíles de tu renovación urbana. Así espacios que antes invadías de bocinas, se hicieron humanos y racionales, de hecho hasta la Avenida de los Aliados con sus lúcidos edificios modernistas hoy parece oler diferente, con terrazas que desprenden aroma a café y en ocasiones a «francesinha».
Maquillaje urbano que hizo peatonal tu simbólico puente, donde las fotos ya nunca más serán castigadas por el aliento de los coches; imágenes desde las alturas que ahora sí nos muestran tu parte fotogénica, donde las pasarelas de hierro se entremezclan con bodegas de preciado vino, caldo espirituoso que será descorchado a pie de tu impecable Ribeira.

Un perfil de ensueño con el que rindes homenaje a la belleza de Portugal y que coronas con una catedral con aires de fortaleza, cuya ahora pulcra fachada da sombra a un desbordante laberinto de casas e iglesias.
Edificios que hoy lucen tatuajes de limpios azulejos que vuelven a dar color a esas calles tuyas que parecen jugar siempre al despiste; rúas planas y peatonales como la cultural Santa Catarina o empinadas como la de los Clérigos, donde su imponente torre compite en altura con la de la Cámara municipal, corazón de tu alma que presume sin disimulo tu acertada reforma.

Oporto has vuelto a creer en la magia, en conjuros elaborados en tus selectas librerías y que son grabados en sonoras partituras. Música celestial que es ovacionada en tu moderna Casa da Música o en el salón de árabe de tu Bolsa. Atmósfera cultural que alimentó la longevidad de Manuel de Oliveira y que aun se respira en el Majestic o en el Coliseu, alma romántica y pura que cabalga entre jardines y plazas y que aterriza en tu fascinante aeropuerto.

A los que hemos vivido tu evolución desde la vecindad gallega hemos sentido tus cambios como nuestros, una transformación que te ha convertido no solo en la ciudad más dinámica de Portugal, sino también en uno de los destinos más atractivos de toda Europa. Hoy morimos por conocer tus nuevos cambios, Oporto por favor no dejes de sorprendernos y muéstranos todos tus secretos.
Actualizado el 12 abril,2016.
Publicado por Miguel Ángel Otero Soliño
Se ve muy bien arquitectonicamente, hermosa ciudad!! ahora te estoy siguiendo, exitos en tu viaje y si puedes visita mi wordpress.
Saludos viajeros!!
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Visitare encantado tu bitacora. un saludo
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