Jardín Botánico de Oporto

Ver un jardín mutar a lo largo del año es de esas experiencias que siempre te atrapan emocionalmente y hacerlo en el Jardín Botánico de Oporto es un relato visual que no se olvida fácilmente.

De mis múltiples visitas a la capital del Norte portugués siempre guardo tiempo para este coqueto paraje natural situado en las proximidades del barrio de Boavista; un templo de la adoración de la botánica gestionado en alma y espíritu por la Universidad de Porto, a través de su Facultad de Ciencias y del Instituto de Botánica Dr. Gonçalo Sampaio.

Flores del jardin
Flores en el jardín botánico de Oporto  Foto: Miguel Ángel Otero Soliño

El jardín, de acceso gratuito, está centralizado en un hermoso edificio del siglo XIX de bello y coloreado porte que alberga un espacio público de exposiciones, a la vez que constituye la sede de los servicios educativos y científicos asociados al centro.

Jardines Oporto
Los jardines se integran con gran belleza en el conjunto del parque   Foto: Miguel Ángel Otero Soliño

Este palacete se mimetiza perfectamente con el entorno para ajustarse al cambiante aspecto de sus mimadas plantas las cuales ocupan una superficie total 4 hectáreas de puro esplendor natural. Así desde sus simétricas escaleras se abre una rosaleda cuyas espinas y pétalos marcan el camino a una fuente desde donde parten senderos radiales listos para que los visitantes jueguen a perderse entre unos seres de savia, que procedentes de todos los continentes, realizan dibujos armónicos al hechizo de esculturas y estanques.

Jardín Botánico de Oporto
Fuente del jardín Foto: Miguel Ángel Otero Soliño

Más allá de la rosaleda, los caminos serpentean facilitando que nos impregnemos del color y las fragancias de las flores, mientras que hileras de árboles de gran porte como abetos o robles nos cubren con su sombra. Penumbra general que parece reforzar la sensación de humedad de unos estanques llenos de nenúfares, helechos arborescentes, sauces llorones o bambús.

Pero el jardín no es solo húmeda floresta atlántica sino que abarca también especies más ávidas de calor que son incubadas con cariño en sus invernaderos, que sirven de muestrario de una gran variedad de plantas tropicales y de regiones desérticas, entre las que podemos destacar una imponente colección de Cactus.

Colores y exuberancia, vitalidad que se entremezcla con la sonoridad de sus decenas de especies animales que han hecho de este jardín botánico, inaugurado en 1951, un auténtico refugio en el medio de la gran urbe; cobijo no solo animal sino también de aquellos que amen el paseo y busquen evadirse de la negatividad de la vida en la ciudad, un lugar apto para solitarios o para tímidas parejas, pero sobre todo un entorno único para quien le guste disfrutar de la naturaleza.

Jardín Botánico de Oporto
Edificio principal del botánico de Oporto Foto: Miguel Ángel Otero Soliño

Actualizado el 29 agosto,2016.
Publicado por Miguel Ángel Otero Soliño

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