“Hagamos una Iglesia que los que la vieren labrada nos tengan por locos»
Todo lo que puede se decir sobre la Catedral de Sevilla se puede resumir en esta frase, la cual refleja a la perfección la magnitud del reto que asumieron los canónigos sevillanos cuando aprobaron la construcción de este imponente templo; iglesia en la que no se escatimaron en gastos y que a día de hoy está considera la tercera más grande del mundo y la primera de España, superando ampliamente en superficie a otros templos patrios como la Catedral de Santiago o la Basílica del Pilar.

El templo gótico más grande del mundo
De estilo gótico tardío, está considerada como la más grande del conjunto de templos que se dibujan bajo el abrigo de este estilo arquitectónico amante de la luz y de los espacios; con todo la catedral fue adoptando a lo largos de los siglos elementos de otros estilos (renacentista, barroco, neogótico…) aunque curiosamente las aportaciones más singulares fueron previas a su construcción, ya que este hermoso pilar de la tierra fue construido sobre la antigua mezquita musulmana, del cual heredero varias puertas y así como dos de sus elementos más significativos el Patio de los Naranjos y la Giralda.

La Giralda, símbolo del pasado islámico de la ciudad
La Giralda, que recibe su nombre de una figura «el giraldillo» que corona la torre y que sirve como veleta, es el auténtico símbolo de Sevilla y de su catedral. Con sus más de 100 metros de altura, este antiguo alminar reconvertido a campanario, es uno de los edificios españoles más copiados, hasta el punto que incluso Nueva York llego a tener una réplica de la misma.
La vista desde este privilegiado mirador alcanza toda la ciudad y permite divisar los otros grandes monumentos sevillanos como la Plaza de España o el Real Alcázar. Uno de los elementos más curiosos es que la subida hasta lo alto se hace en todo momento a través de rampas, no existiendo ningún tipo de escalón en todo el recorrido.

Lugar de eterno descanso de Cristóbal Colón
La catedral fue finalizada en 1506 en pleno auge de una ciudad que comenzaría pronto a prosperar exponencialmente gracias al comercio con América. Tal es la importancia de ese vinculo de Sevilla con el Nuevo Mundo, que la figura más ilustre de este glorioso período, Cristóbal Colón, reposa en el interior de la catedral desde el año 1899.
Hasta hace unos años existían dudas sobre si estos eran realmente los restos del gran almirante, ya que el gobierno dominicano reclama también tal honor, pero unos estudios recientes han comparado los mismos con los de su hermano Diego Colón y haciendo uso técnicas de ADN mitocondrial se ha demostrado que los existentes en el templo sevillano son auténticos, hecho que no invalida la teoría dominicana pero que realza la importancia del monumento funerario existente en la Catedral de Sevilla.

Un mágico y majestuoso interior
Más allá de la tumba de este ilustre héroe patrio, la catedral se engalana en arte en su interior, donde el gusto por la altura crea un mágico bulevar donde se encuentra encajado su majestuoso altar mayor y un no menos imponente coro que es resguardado por unos tubos que sirven para distribuir la bella sonoridad de sus órganos; todo ello es arropado por un dibujo de arcos cruzados que dan hermosura a unas bóvedas que acompañan en esta orgía de lo hermoso a un sin fin de vidrieras que llenan de color los laterales de las naves.

Entorno ideal para admirar el lento caminar de los Pasos de la Semana Santa, porque quien quiera conocer en un viaje la belleza de Sevilla no puede obviar este festival de emotividad religiosa que tiene su epicentro neurálgico tanto en el interior como el exterior de la catedral, por donde el son de los tambores y de las saetas llenan de espíritu coral a un templo que nunca deja indiferente.
Una catedral que resulta imposible abarcar en su extensión pero que se enraíza como ninguna en el alma de los sevillanos, hasta el punto que se cuentan por decenas las canciones, himnos y pasodobles que homenajean este centenario edificio, porque quien tiene alma andaluza siempre mira a la bella Giralda para recuperar su esencia y orgullo.

Actualizado el 20 octubre,2016.
Publicado por Miguel Ángel Otero Soliño
Muy buen artículo, desde luego todo lo que rodea a la Catedral y en definitiva a Sevilla, es esencia, leyenda, historia patria y un aura de exhuberancia elegante. Que decir si no, es mi tierra. Un abrazo
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entonces eres un afortunado 🙂 lo que me gusta de Andalucia es que no es solo que tenga historia, practicamente todos los sitios la tienen, sino la forma en la que los andaluces habéis hecho esa historia elegante y bella, creo que es algo de lo que debéis estar orgullosos
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