En uno de los extremos de la isla Grande de Tierra del Fuego y a pie de una dulce bahía, se encuentra situada la ciudad más austral del planeta; porque el fin del mundo no solo existe sino que tiene su capital en la argentina Ushuaia.

La vida en los confines de la tierra nunca fue fácil, de hecho se dice que los primeros asentamientos se produjeron durante el siglo XIX, aunque las tierras donde se asienta esta modesta urbe ya estaban habitadas desde la antigüedad por tribus recolectoras y cazadoras tales como los Yamana o los Onas. Con todo, no sera hasta la apertura de un centro penitenciario cuando la población se estabiliza y comienza a desarrollarse. La antigua cárcel, hoy musealizada, constituía el recinto en el cual las autoridades argentinas recluyeron a los presos mas peligrosos del país y así como los disidentes políticos más destacables de la nueva república.

La ciudad da la impresión de ser pequeña y lo es, de hecho solo cuenta con unos 60.000 habitantes, aunque su creciente auge como polo turístico ha hecho aumentar sus limites geográficos. Este flujo de turistas, ha estado siempre muy vinculado al interés que genera la cercanía del continente antártico, no hay que olvidar que desde Ushuaia parten gran parte de los cruceros antárticos y de hecho el merchandising antártico es una constante en toda la ciudad; aunque no son pocos los visitantes que se ven atraídos por los valores propios de su turismo natural y de invierno.

El principal valor de Ushuaia es su paisaje casi virginal, bosques y montañas que se combinan a la perfección con la delicadeza del canal del Beagle, que parece dispuesto a invadirlo todo.
Se hace también imprescindible visitar el famoso Parque Nacional de Tierra del Fuego; un lugar único donde los valles, glaciares, ríos y la acción moduladora del mar han generado un escenario de poesía, donde una variada fauna y flora han creado aquí su nicho ecológico vital.
La laguna Esmeralda es otra de esas escapadas ineludibles; la excursión es asequible para el caminante y concluye en la fotográfica laguna, digno homenaje a los valores ecológicos inherentes a Tierra del Fuego.
El Glaciar Martial también reclama la atención para el viajero, un espacio donde uno puede palpar las raíces de estos monstruos de hielo, una autentica clase de geología abierta a todos los públicos.

Existen igualmente varios centros invernales que permiten el disfrute de actividades y deportes de nieve, que suelen estar muy concurridos durante el invierno austral; entre ellos podemos destacar el conocido como Cerro Castor, el cual esta considerado uno de los mejores centros de esquí de Argentina.
También se puede visitar la Estancia Haberton, uno de los primeros emplazamientos que existieron en la isla y que cuenta con una importante colonia de pingüinos de Magallanes en sus proximidades. Anexo a la misma se encuentra el Museo Acatushún de Aves y Mamíferos Australes, laboratorio-museo que es sostenido por el trabajo de investigadores voluntarios y que cuenta con una completa colección de huesos de cetáceos recogidos en varamientos en playas cercanas.

En el puerto de la ciudad uno puede informarse de las distintas rutas en barco existentes, las cuales permiten conocer todos los entresijos del canal Beagle. Este estrecho paso marítimo, mezcla naturaleza y paisaje a la perfección, con sus islotes repletos de aves y lobos marinos y donde podremos fotografiar el Faro Les Eclaiureurs, uno de los faros más hermosos del mundo y auténtico símbolo internacional de la ciudad.

El ambiente nocturno es agradable en verano, especialmente con la coincidencia con los fines de semana, existiendo una interesante diversidad de discotecas y pubs, así como un sorprendente casino que desde 2010 disfruta del juego a pie de mar.
También hay una gran variedad de restaurantes con una amplia y variada oferta, la joya gastronómica es el mítico asado argentino de cordero fueguino, el cual se puede degustar en la mayoría de los locales de la ciudad.

Alojamientos hay muchos y de muy diversa calidad. Personalmente recomiendo alquilar una cabaña, no salen muy caras y uno cuenta con el placer de disfrutar de una casa de madera para si mismo y en plena naturaleza.

La ciudad cuenta con un buen aeropuerto internacional, existiendo numerosos vuelos a distintos destinos argentinos, especialmente numerosos durante el verano austral. La comunicación terrestre, a través de autobuses regulares, permite acercarnos a otras localidades de Tierra de Fuego u otras ciudades próximas como es el caso de la chilena Punta Arenas.
Ushuaia es un lugar altamente recomendable para una visita de 3 o 4 días, especialmente si uno está buscando turismo de naturaleza o de relax. Una experiencia única para aquellos que gustan de desafiar a la geografía y aventurarse en los confines de la tierra.
Actualizado el 16 noviembre,2016.
Publicado por Miguel Ángel Otero Soliño