Selimiye, la obra maestra de Sinan

La arquitectura otomana le debe su maestría al hacer del célebre arquitecto Sinan, el cual en el siglo XVI regalaría a la ciudad turca de Edirne uno de sus mejores trabajos; este valioso presente es la Mezquita de Selim o Selimiye, un monumento que está considerado por los expertos como una de las obras maestras del arte islámico.

Selimiye Camii

Edirne y la Mezquita de Selim

Edirne hoy en día es solo una ciudad fronteriza que marca el límite de la Turquía europea, pero en el pasado fue una dos conjuntos urbanos más importantes del Imperio Otomano, de hecho ostentó durante años la capitalidad del Imperio hasta que la misma se movió a Estambul en 1453.

La mezquita nació del deseo de crear un monumento que centralizase el disperso núcleo urbano y para ello se optó en su diseño por seguir el modelo de Külliye, un sistema de organización urbana otomana donde la mezquita era el elemento central de un conjunto amplio de edificios constituido por escuelas, hospitales, baños etc.

Edirne Turquía

Uno de los templos otomanos más importantes

La construcción fue asignada en 1568 a Sinan, el más célebre arquitecto otomano de todos los tiempos y responsable de un número casi infinito de obras, algunas tan famosas como la Mezquita de Suleimán o la Mihrimah en Estambul.

Pese a estar enfrascado en múltiples proyectos, Sinan le concedió una gran importancia al proyecto y eso se notó en el grado de detallismo y belleza alcanzado en el diseño de la mezquita, que apuesta por la elegancia estética y la simplicidad estructural.

Edirne Turkey

Hay que tener en cuenta que se trataba de la primera gran obra encargada por el sultán Selim II, hijo del Sultán Suleimán y de esposa Hürrem, el cual acababa de acceder al trono de Topkapı en septiembre de 1566 y deseaba un gran monumento que reafirmase su nueva posición.

La mezquita que llevaría el nombre de su mentor (Selimiye Camii en turco), era de tal grandeza e importancia, que tendría el honor de tener 4 minaretes que en ese momento era el número máximo de alminares de la grandes mezquitas turcas y cuyo tope no se superaría hasta la construcción de la Mezquita Azul en el siglo XVII.

La grandeza visual del interior de la mezquita

Exteriormente la mezquita ya enamora, pero cada vez que nos acercamos a su interior la pasión visual se revaloriza más; así tras atravesar un coqueto patio, accedemos al recinto donde los sentidos empiezan a disfrutar plenamente.

Lo que sin duda lo que más impresiona de la mezquita es la fuerza de su cúpula central, cuyas dimensiones desbordan al recinto y atrapan tu atención durante minutos.

Este domo es digno de ser solo fotografiado con gran angular porque tiene un magnetismo único y unas dimensiones colosales; de hecho las pinturas y los elementos decorativos de las paredes parecen crecer en intensidad pictórica en sentido vertical, como si quisieran dirigirnos poco a poca hacia el esplendor de la cúpula de 32 metros de ancho.

Con todo, en todo momento la geometría se adapta a los deseos de Sinan de unificar el espacio interior, creando así un entorno donde los fieles en oración pueden admirar el Mihrab desde cualquier punto de la misma y así comunicarse con Allah en plena humildad; en apariencia sencillo; el esfuerzo tiránico que supone conseguir este efecto y el sostener una estructura de tales dimensiones, hace que muchos expertos consideren esta mezquita como la mejor obra del arquitecto.

La leyenda de los tulipanes invertidos

En el centro de la mezquita se instaló un espacio para que el muecín llamase a la oración, esta estructura elevada sostenida por columnas de mármol, guarda el secreto de la leyenda más conocida de la mezquita.

Cuentan las crónicas que el lugar escogido por Sinan para construir la mezquita fue en el pasado un jardín de tulipanes y los dueños eran reacios a que fuese destruido. Sinan tuvo fuertes discusiones con la dueña por este motivo y la situación no fue resulta hasta que el propio Sultán Selim II medió en persona.

Sinan Edirne
Tulipanes en la mezquita de Selim

La dueña acabó aceptando la cesión de los terrenos con la única condición de que se dibujasen patrones de tulipanes en el interior de la mezquita en recuerdo de su jardín; el sultán aceptó la condición y dio ordenes a Sinan para cumplir el deseo de la mujer.

Sinan cumplió a mala gana la orden y grabó un discreto tulipán en una de las columnas de la plataforma del muecín, pero en venganza se dice que lo puso de forma invertida con el fin de recordar para siempre lo desagradable que le pareció aquella mujer.

Una mezquita patrimonio de toda la humanidad

Aunque tardó en entrar en la lista de patrimonio de la humanidad de la Unesco, lo haría en 2011, la Mezquita de Selim en Edirne es sin duda uno de los monumentos más espectaculares de Turquía y uno de los templos islámicos más bellos de Europa; un lugar de culto, pero también un destino a conocer para todos aquellos viajeros que quieran conocer la historia y el rico pasado de este gran país llamado Turquía

Sinan

Para más información sobre viajes a Turquía os recomiendo en la lectura de siguiente artículo del blog Planeta Estambul “Preguntas y Respuestas sobre Estambul y Turquía“.


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Actualizado el 1 agosto,2023.
Publicado por Miguel Ángel Otero Soliño