La base Carlini está situada en la isla Rey Jorge (25 de Mayo para los argentinos) perteneciente al archipiélago de las Shetland del Sur en la Antártida. Aunque es más conocida por su denominación histórica de Base Jubany, desde 2012 su nombre rinde merecido homenaje al científico Alejandro Carlini, uno de los personajes claves a la hora de entender la difícil labor de la investigación antártica, siendo el primer investigador argentino que recibe tal honor.

Se trata de una base argentina permanente, no cierra durante el invierno austral, y que viene trabajando de forma continua desde el año 1982, cuando fue inaugurada con el nombre de Estación Científica Teniente Jubany; con todo el espacio científico, que se encuentra situada a la sombra de un promontorio rocoso conocido como el Cerro de los Tres Hermanos, ya había servido como refugio y estación aeronaval en el pasado.

La voz de la estación científica es babélica por momentos, y se entremezclan las conversaciones en todos los idiomas. Esta peculiar característica nació de la firma que hace tiempo plasmaron los gobiernos de Alemania, Argentina y Holanda, por la cual se acordó la apertura del que sería el primer laboratorio antártico gestionado de forma multinacional.
En los últimos años la base también ha plasmado importantes acuerdos científicos con instituciones italianas, que han dado lugar a la creación de una estación sísmica y otra de monitoreo de los gases de efecto invernadero.

Uno de los elementos singulares de la base es que cuenta con una enorme cámara hiperbárica para el tratamiento de buceadores accidentados; de hecho es de las pocas que cuenta en plantilla con buzos profesionales, los cuales realizan labores de recogida de muestras para diferentes estudios científicos.

El paisaje del territorio donde está instalada la base, conocido por el topónimo de Caleta Potter, es digno de la inmensidad y hermosura de la Antártida con glaciares, praderas de líquenes y playas de piedra negruzca que sirve de soporte para una completa y diversa fauna; tal es el valor, natural, científico e histórico que la base y su entorno aledaño esta incluido de la Zona de Especial Protección Antártica Nº 132.
Una base singular que incluso tuvo el honor de acoger un memorable concierto del grupo de rock Metallica, una actuación en el que no se usaron amplificadores, por respeto a la integridad natural del entorno, y en que todos los presentes tenían que acudir con sus propios auriculares. El objetivo de esta curiosa actuación fue concienciar sobre la importancia de la Antártida, ya que no hay duda de que el Polo Sur es un regalo que la humanidad debe proteger y estudiar, algo que desde ya mas de 30 años se viene realizando con éxito desde la Base Carlini.
Actualizado el 25 abril,2019.
Publicado por Miguel Ángel Otero Soliño