El monasterio que cambió el mundo

La humanidad dio carpetazo a la oscura edad media, cuando las naves comandadas por Cristobal Colón partieron del puerto de Palos de la Frontera rumbo a lo desconocido en una expedición que conllevaría finalmente el Descubrimiento de América.

La Rábida

En este viaje de leyenda, un pequeño monasterio sirvió de morada del marino genovés, el cual tras su marcha de Portugal, recaló en tierras onubenses en busca de apoyo económico a sus expediciones.

Los monjes sirvieron de sustento espiritual y humano al marino, pero especialmente sirvieron de enlace con la corte de los Reyes Católicos que en aquellos tiempos finalizaban en Granada la reconquista cristiana de la península ibérica y que finalmente acabarían por financiar y autorizar la campaña. También fueron los prelados, quienes le pusieron en contacto con el armador Martín Alonso Pinzón, que yace enterrado en los muros de la Rábida, el cual jugo un papel vital en la logística de la expedición al Nuevo Mundo, además de servir como capitán de la Pinta.

El monasterio de Santa María de la Rábida, situado en el municipio de Palos de la Frontera en la provincia de Huelva, no es solo un emplazamiento colombino de primer orden sino que sirvió de punto de encuentro y reflexión de los grandes lideres de la conquista americana como los casos de Hernán Cortés y Pizarro.

La Rabida en Huelva

Adscrito a la Orden Franciscana, la cartuja es prácticamente contemporánea a la llegada de Colón y data del siglo XIV aunque sufrió múltiples reformas especialmente tras el estrépito provocado por el terremoto que afecto a Lisboa y que tuvo un fuerte impacto en el Algarve y en la provincia de Huelva. Estas continuas restauraciones elaboraron una configuración única, donde se entremezcla el arte gótico y el mudéjar y donde los muros exteriores lucen un blanco nuclear al más puro estilo andaluz.

Abandonado como consecuencia del sucesos bélicos acontecidos en España a principios del siglo XIX, fue restaurado en 1855 con el fin de realzar uno de los lugares más emblemáticos de la época de gloria del reino hispano; de hecho, el monasterio recibió la categoría de Monumento Nacional un año después, siendo junto a la Catedral de León uno de los primeros edificios españoles en recibir tal honor.

El interior del monasterio mantiene toda esencia de la época en la que en aquellas salas de techumbre de madera se debatían las últimas innovaciones en materia científica, mucha de esa información se almacena en su biblioteca, la cual guarda uno de los tesoros documentales más importantes de España.

Estatua de Colon en Huelva

Uno de los elementos más característicos del monasterio es su claustro mudéjar, de belleza impecable, con una sucesión de arqueadas de ladrillo que sirve de patio florido para las dos alturas del complejo. Su iglesia y capilla mantiene la mezcla innata de estilos del conjunto, y en donde la Virgen de los Milagros reposa para santificar todo el recinto y llenar de romeros a sus pies en las fiestas de Agosto.

Un vergel de jardines, endulzan el exterior y se convierten en el entorno ideal para un paseo. Una estatua de Colón allí presente nos recuerda que entre esos arboles se gestaron hazañas que la humanidad mantendrá presente el resto de la vida, un espacio para vivir la historia, un lugar para permanecer siempre embebido en aquel espíritu que motivo la gran Era de los Descubrimientos.

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Actualizado el 4 noviembre,2022.
Publicado por Miguel Ángel Otero Soliño


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