Existen lugares que enamoran, entornos que parecen lienzos y donde los atardeceres generan un torrente de emociones, emplazamientos de excepción como el Monte Alba en Vigo, que ofrece sin duda las mejores vistas de la Ría de Vigo.

El Monte Alba es un conjunto forestal que abraza de verdor a la ciudad de Vigo. Un entramado de vida que eleva en altura hasta los 500 metros y que en su cumbre es coronada por una capilla que rinde homenaje a Nuestra Señora del Alba; virgen que acoge a sus pies a diferentes romerías que llenan el paraje en verano de gaitas y buena comida.
La capilla es sencilla en su concepción, con una fachada principal donde solo destaca un escudo que nos recuerda su pertenencia a la Casa de los Valladares o Valadares, quienes en el pasado habían construido una fortaleza en la misma ubicación y de la que hoy en día no quedan restos.

Además de los romeros, el Monte Alba es frecuentado por muchos amantes de la naturaleza que se dejan caer por sus laderas en otoño para buscar níscalos y que disfrutan de la flora y flora de un parque forestal que es atravesado por una de las más bellas rutas de senderismo de Vigo; camino donde predomina el pino y que envuelve también a los adyacentes Monte Cepudo y de los Pozos.
Pero con todo sus principales usuarios son los adictos a sus vistas, porque la perspectiva desde el mirador es de las que dejan siempre un buen sabor, una explosión visual que resume en una impresión toda la riqueza paisajística de la costa gallega.

Un panorama que nace en Baiona y se extiende por todas las bellas penetraciones costeras que conforman las Rías Baixas; con todo el mirador del Alba rinde especialmente homenaje a la Ría de Vigo, un recorrido litoral que se llena de luz y hermosura al entrar en contacto con el abrupto perfil de las Islas Cíes y que se extiende hacia el Este hasta San Simón, por esa bahía que baña el puerto de Vigo y en donde cientos de bateas disfrutan de su productividad natural única.
Pero será el atardecer quien llene de esplendor y romanticismo al Alba, porque ver morir el sol en el Atlántico gallego es uno de los espectáculos más hermosos del mundo, un show diario que desprende siempre nuevos colores y sensaciones y que algunos incluso aprovechan para pedir matrimonio a sus amadas, porque como alguien me dijo una vez: «si algún día hubiera un museo del paisaje, el atardecer sobre la Ría de Vigo sería su Mona Lisa«, a lo que yo añadí «siempre y cuando sea pintado desde el Monte Alba«.

Bonitas panorámicas, me agradan los lugares donde se.
respira el aroma a pinos. Época de niscalos verdad?
Un abrazo.
Me gustaMe gusta
Pues si, estos meses son los ideales para recoger setas y el Monte Alba es un lugar al que suelen acudir los amantes de las niscalos, lo que acompañado con las vistas y el «olor a pino» lo convierten en un sitio encantador.
Me gustaMe gusta