La localidad argentina de Tigre y su espectacular delta constituyen uno de los grandes secretos del Gran Buenos Aires, uno de esos parajes que uno descubre y que te marcan visualmente para siempre. Pese a su belleza, se trata de un lugar que no es muy frecuentado por los turistas extranjeros, aunque eso sí los porteños hace tiempo que lo han seleccionado como uno de sus lugares favoritos para el esparcimiento durante las tardes de verano.

Este popular delta, que fue formado por la acción río Parana, se sitúa en la ciudad de Tigre, la cual recibe ese faunístico nombre de los tiempos en que los jaguares dominaban la zona.

El río genera un área ideal para el ocio familiar, con paseos a pie de río donde uno puede contemplar gran número de casas señoriales y cabañas rústicas que compiten en belleza con el río. El edificio más destacado lo constituye el Museo de Arte de Tigre, de gran belleza arquitectónica, sede en el pasado del Tigre Club y que basa su colección en muestras figurativas del arte argentino de los siglos XIX y XX.

La fuerza visual del Delta y la gran posibilidad de deportes náuticos que uno puede realizar en la zona (remo, piragüismo…) constituyen uno de sus principales atractivos. Además, en sus inmediaciones se ubica el Parque de la Costa, un conocido y fotogénico parque de atracciones ideal para todas las edades.

Indicar igualmente, que existe una gran oferta gastronómica con un gran número de bares y restaurantes, aunque el pícnic familiar es la opción más comúnmente elegida, porque el Delta es un lugar idóneo para entrar en contacto con la naturaleza y alejarse del caos urbanita del centro de Buenos Aires, un lugar para el descanso, para disfrutar y no olvidar nunca.

Actualizado el 24 mayo,2024.
Publicado por Miguel Ángel Otero Soliño

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