La Fundación Calouste Gulbenkian es una de las grandes instituciones culturales del mundo y la principal referencia en artes y ciencias de Portugal. Joya cultural de Lisboa, es un verdadero diamante cuyo brillo se refleja en su multitud de colecciones y museos que guardan auténticos tesoros de arte islámico, pintura, escultura, artes decorativas etc., pero que también se adentran en el mundo científico, a través del Instituto Gulbenkian de Ciencia.

Pero la Fundación Gulbenkian va más allá de una simple labor museística y se convierte en patrocinador de los nuevos valores portugueses, mediante la concesión de diferentes bolsas y subvenciones; un sistema de mecenazgo único que permite a la sociedad portuguesa disfrutar de las ultimas corrientes vanguardistas en expresión artística y así como de desarrollar estudios punteros en el ámbito de la ciencia.

La fundación fue creada a partir de la inmensa fortuna dejada, para este fin, por el millonario de Calouste Gulbenkian, el cual nació cerca de Estambul, en el seno de una familia de comerciantes de origen armenio.Tras estudiar en Londres, se enriqueció a partir de diferentes negocios petrolíferos (de hecho fue conocido como el “señor 5 por ciento”, ya que era la comisión que cobraba por sus negociaciones) y con ello amanso dinero en metálico que gastó en elaborar una extensa colección de arte.
Sus dudosos negocios le provocó un cierto acoso por parte de la justicia y por ello en procura de tranquilidad, tanto en los aspectos personales como fiscales, recaló en Lisboa en abril de 1942. Salazar creó para un manto de protección hacia su huésped, ya que su presencia proporcionaba prestigió al régimen dictatorial. Gulbenkian aceptó de buen grado esa ayuda mutua y de hecho se sentía tan a gusto en Portugal, que vivió hasta su muerte en 1955 en el hotel Aviz de Lisboa.

El agradecimiento a la hospitalidad del pueblo portugués, Gulbenkian decidió que parte de su herencia, así como sus distintas colecciones, fuesen destinadas a la formación de una fundación cultural que llevase su nombre. En 1956 el abogado de Calouste Gulbenkian, José Azeredo Perdigão, constituyó la fundación, que abriría su sede principal en el año 1969.
La sede, localizada en la Avenida de Berna de Lisboa, fue diseñada por los arquitectos Ruy Athouguia, Pedro Cid e Alberto Pessoa. De estética vanguardista, pronto empezó a ser conocida por la atmósfera impecable de sus jardines.
Muchos arquitectos intentan conjugar arte, estética y entorno, pero se convierten casi siempre en falsos proyectos que dicen respetar la naturaleza pero que reducen a esta a unos escasos árboles asfixiados por el cemento. La sede de la Gulbenkian demuestra que la armonía es posible y hasta deseable. Los jardines fueron creados bajo el proyecto de Ribeiro Telles, el cual diseño un espacio único donde la vegetación se mezcla con esculturas, lagos, senderos e incluso un anfiteatro al aire libre. Los jardines son de acceso gratuito y son realmente un regalo para los ojos, además de un pequeño oasis dentro de la concurridas calles del centro de negocios lisboeta.

El edificio de la sede es el microcosmos donde se desarrollan las exposiciones de la fundación. El conjunto patrimonial de la Fundación Gulbenkian abarca cerca de 6000 piezas, que se divide por un lado una sección Arte Oriental y Clásica (egipcia, greco-romana, islámica, chinesa y japonesa); y de otro a Arte Europea, que comprende un período que va desde el siglo XI hasta la actualidad, dentro de las cuales podemos encontrar obras de Manet, Rubens etc. También existen diferentes auditorios que permiten, dar cabida a un completo cartel de conferencias, coloquios y espectáculos musicales, donde se incluyen las actuaciones del coro y la orquesta Gulbenkian.
Gran parte del edificio es ocupado por las oficinas que coordinan la maquinaria filantrópica de la fundación; también existen bibliotecas, (una exclusiva dedicada al arte), tienda exclusiva de productos de la fundación, cafeterías y un restaurante.
En uno de los extremos del parque, encontramos el Centro de Arte Moderno, que comprende un Museo, un Departamento de Animación, Creación Artística y Educación para el arte, un Centro de Imágenes y de Técnicas Narrativa y un Centro Artístico Infantil.
Fuera del recinto de la Avenida de Berna, encontramos ya en Oeiras, localidad dentro del área metropolitana de Lisboa, el Instituto Gulbenkian de la Ciencia. Su principal labor es la promoción de la investigación y la divulgación científica, centrándose en el área de la biología y las ciencias biomédicas. El instituto crea una infraestructura para grupos de investigadores portugueses y extranjeros con el fin de que estos desarrollen sus trabajos en un entorno adecuado. El Instituto propone también programas específicos de doctoramiento e post-doctoramiento, bolsas, cursos, exposiciones y un largo etc.

A nivel nacional la fundación también juega un papel importante en la promoción cultural. Por iniciativa de la misma se creo una red de bibliotecas fijas o itinerantes para servir a los municipios portugueses de menor población, los cuales tienen más dificultad para el acceso a la lectura. También la Gulbenkian es una potente maquina editorial, que interviene en la producción de libros, patrocinando o editando obras de carácter científico, técnico, artístico y histórico.
La fundación cuenta con una tienda propia donde se puede adquirir todo tipo de material a un precio muy asequible. A nivel internacional también con centros culturales en París y Londres, que dan vistos de la vocación universal que tiene este imperio cultural.
Es posible que el lector se pregunte de donde sale todo el dinero para mantener esta enorme estructura; lógicamente la Gulbenkian no se sostiene desde hace tanto tiempo solo de la herencia millonaria de su mentor o del precio más que módico de sus entradas; sus gestores crearon un fondo de capital a partir de títulos en diversas actividades industriales especialmente de carácter energético o así como de otras aplicaciones financieras, cuyos beneficios sostienen todo el entramado.
El peso social y cultural que esta fundación tiene en el país lusitano se mantiene fuerte pese a que ya han transcurrido más de 50 años desde que esta sociedad fue constituida; de hecho la Gulbenkian se puede considerar como el catalizador de todo el potencial artístico y científico de Portugal. Una fundación que enriquece a la sociedad, de esencia única y universal, un autentico regalo a la humanidad.
Actualizado el 16 junio,2016.
Publicado por Miguel Ángel Otero Soliño