Los sistemas dunares definen gran parte del paisaje costero del estado de Río Grande del Norte en Brasil, creando esa postal que tanto realza la belleza inherente a esta tierra. Uno de complejos de arena más espectaculares, es el que se dibuja en la localidad de Genipabu en el municipio de Extremoz muy cerquita de la ciudad de Natal.

Las dunas de Genipabu, no son solo la conjunción arbitraria de la acción del viento sobre material no consolidado, sino que es un ecosistema único donde la arena y la mata atlántica se entremezcla generando playas y dunas que envuelven a una hermosa laguna costera que se nutre de fuentes de agua dulce.

Todo este patrimonio natural conforma el Parque Turístico Ecológico de las Dunas de Genipabu, lugar donde el turismo ha enraizado con actividades exóticas como las rutas con boggies o en dromedario, todo ello asociado a una no muy masificada red de hoteles y restaurantes a pie de playa.

Las playas del conjunto ambiental son bellas, de arena impecable que mutan con la acción del viento y donde uno puede disfrutar del inagotable sol de la región o bien darse un chapuzón en sus tranquilas aguas, mientras que las «Jangadas» (embarcaciones tradiciones) surcan a vela el océano, atrayendo las miradas de los turistas que piensan en como alquilarlas mientras sueñan pensando lo bonito que podría ser alcanzar este paraíso desde el mar.

Actualizado el 13 mayo,2016.
Publicado por Miguel Ángel Otero Soliño