Albor en el Atlántico, el sol repite su rutina en Chipiona y comienza a dar calor al paseo marítimo; el mar se alía con la brisa y saluda al astro rey, mientras el faro más alto de España apaga su luz. Un nuevo día nace en esta localidad gaditana, 24 horas de luz para enamorarse de este paraíso terrenal, edén andaluz que se engalana cada día para que quieras extender para siempre tu visita.

Es temprano y los monjes franciscanos del Santuario de Nuestra Señora de Regla preparan ya su hábito diario, quehaceres divinos que entre los que se encuentra enseñar y cuidar este monumento que alberga a la querida patrona de Chipiona.
La estampa del santuario casi a pie de mar es pura magia, un monumento que se abre al espectador como un libro en que cada página exhibe mayor riqueza; comienza por el intimo detallismo de la iglesia, luego te traslada al oasis del claustro mudéjar, para continuar por su ordenada biblioteca y termina en la increíble colección de objetos de arte recopilados por los franciscanos en sus misiones en Marruecos y Tierra Santa.
Con todo, la perla del conjunto será la sala donde se guardan los mantones de la virgen y sus exquisitas coronas; la pasión mariana del chipionero se plasma en estos objetos que son tan elaborados que son custodiados como el mayor de los tesoros.
Antes del que sol empiece a broncear la piel, inician su jornada laboral los agricultores de Chipiona, herederos de una de las actividades con más solera del municipio; explotaciones familiares que desde tiempos inmemoriales sacan redito a la productividad de esta tierra influenciada por el viento y el mar.

Chipiona es uno de los grandes productores nacionales de flores, brotes de colores que embellecen casas de todo el mundo, a donde también llega el Sabor de Chipiona en forma de melones, sandías o cualquier producto agrícola que se precie y que acaban siendo normalmente vendidos en el ajetreado Mercado Rivera, donde el producto es adquirido por los comerciales en su vertiginosa subasta que es todo un espectáculo.
Uno de los pocos productos agrícolas de esta Chipiona Natural que no pasa por este mercado es la uva, que se destina para la producción del famoso Moscatel de Chipiona. Antiguamente Chipiona llegó a contar hasta 80 bodegas, pero ahora solo 3 nutren de este caldo dulce a locales con encanto como el Sin Bulli o la terraza del Museo del Moscatel.
En este último espacio podemos aprender de la historia de este vino con solera y admirar la fotogenia de las barricas donde madura el vino al estilo ancestral. También aquí podemos visitar una casa tradicional de los mayetos, los antiguos agricultores de esta parte de Cádiz, sin cuya aportación hoy no existiría este vino.
El ascenso del sol sirve también de llamada de regreso a los pescadores locales, los cuales con su esfuerzo diario nutren de pescado a los restaurantes de la zona donde con un solo bocado nos reafirmamos de la frescura de su producto.
Con todo no todos los pescadores madrugan, algunos dependen del capricho lunar de la marea, como aquellos que explotan tradicionalmente los corrales de pesca, una especie de piscinas costeras exclusivas de Chipiona, que se llenan de tesoros marinos durante la marea baja.
El sol ya calienta lo suficiente para que nos podamos ir a la playa, alquilamos una bicicleta y cruzamos el paseo marítimo donde los hoteles con encanto nos saludan y poco a poco nos acercamos a un complejo dunar donde los camaleones se camuflan y admiran en secreto las hermosas playas de Chipiona.

Baños de sal y tosté de Lorenzo que se llevan mejor desde los increíbles chiringuitos de esta parte de la ciudad, de estilos tan variados como el bucólico La Manuela o bien el más tradicional Chiringuito de las Tres Piedras.

Toca siesta de mediodía y la sombra de las coníferas del Pinar parece un rincón adecuado para este placer de dioses. Este bosque de Pináceas alberga una de las romerías más famosas de Chipiona, pero es a la vez un vergel de la diversidad natural andaluza que bien vale una visita sin fiesta de por medio, tesoro que es protegido por esmero por los naturalistas locales.
El Pinar acoge no solo a los portadores de piñones, sino que aloja a una interesante diversidad de aves, mamíferos y reptiles, así como matorrales o plantas medicinales que perfectamente servirían para hacer remedios naturales como los que elaboran algunas empresas locales, como es el caso de SanaOliva.

El sol ya desciende sin prisa hacía el Oeste y volvemos a cruzar en bicicleta este guapo municipio, que en una ironía del destino presume de ser plana a la vez que alberga el Faro más alto de España; de día este icónico monumento no salvará a los barcos de peligrosas derivas, pero para los visitantes siempre estará ahí para guiarnos en nuestro camino por Chipiona.

En días despejados, el Faro de Chipiona parece querer mostrarnos en el horizonte la ubicación del barco del arroz, el esqueleto de un naufragio que se puede visitar a pie de sal alquilando una ruta guiada en barco o en moto de agua.

Si no optamos por adentrarnos en el condominio de Neptuno, podemos acércanos a la Parroquia Nuestra Señora de la O, epicentro de la Chipiona urbana más bella y andaluza. Allí donde se alza este espléndido monumento religioso, la bugandilla se hace firme en los muros y genera el bodegón donde todos los chipioneros alguna vez sonrieron para una foto.


La alegría de la buena gente de Chipiona es uno de sus rasgos más característicos, cualidad que se une al unánime convencimiento de que viven en una tierra única. Las chipioneras y chipioneros presumen de su amor por Chipiona y su pasión te arrastrará «como una ola» como versaría Rocío Jurado la más ilustre del pueblo, que tiene un monumento a su honra en una glorieta del pueblo.

El sol cayendo sobre El Castillo nos anticipa que llega ya el culmen diario de los veranos de Chipiona: los atardeceres.

Los atardeceres de Chipiona son cenas de gala, donde uno está invitado a disfrutar del ocaso diario y en el que las olas del mar y la brisa ponen la banda sonora del ritual del sueño del sol. Búscate la mejor compañía y reserva mesa en el Restaurante Los Corrales o en el AWA beach club y sencillamente déjate de llevar por las sensaciones del Duende del Sur. No te arrepentirás!!!
El faro de Chipiona se enciende, el sol muere y la noche continúa en los bares de copas, pero aquell@s que descansen podrán soñar con volver a despertarse en Chipiona y repetir este ciclo mágico patrimonio exclusivo de esta hermosa localidad.
Chipiona renace cada día del año, así que siempre tendrás tu oportunidad de catar sus sensaciones. Ven y ponte elegante como el sol y disfruta del hechizo de Chipiona.

Este artículo es el culmen del blogtrip «Chipiona Natural«, agradecer por invitarme a conocer Chipiona a Turismo de Chipiona, Turismo de Cádiz y Vive Andalucia y especialmente a Teresa por ser tan maravillosa anfitriona.
INFORMACIÓN PRACTICA DE CHIPIONA
Donde alojarse en Chipiona
Hotel Agaró – www.hotelagarochipiona.com
Hotel Monterrey Costa – www.monterreycostahotel.com

Hotel Playa de Regla – www.hotelplaya.com/es/home.html
Hotel La Española – https://hotellaespanola.com/
Donde comer en Chipiona
Gastrotaberna Sin Bulli – Comida y bebida tradicional sin prisas.
La Manuela – Chiringuito a pie de playa, con tanto encanto que no pararas de fotografiarlo.
Restaurante Los Corrales – Comida de una calidad superior y con los mejores atardeceres de Chipiona
Chiringuito Las Tres Piedras – Chiringuito con solera y una ubicación increíble en uno de los mejores playas de Chipiona

AWA Beach Club – Ambiente de lujo a los pies del Faro de Chipiona, cocteles y buen hacer gastronómico.
Restaurante Hotel Agaró – El placer de saborear buena comida y las mejores vistas del paseo de la Costa de la Luz.
Actividades en Chipiona
TRIMAN Nautic – Rutas por el mar y alquiler de embarcaciones.

Museo del Vino de Moscatel – Museo y bodega de Chipiona.
ASOCIACION MARISCADORES JARIFE – Visita a los Corrales de Pesca
Bicicletas Valdés – alquiler de bicicletas.

SANAOLIVA – Remedios naturales
Grupo Ecologista Cans – Labores de divulgación y conservación ecológica

Actualizado el 7 juno,2021.
Publicado por Miguel Ángel Otero Soliño