Muy cerca del Parque Nacional de Peneda-Gerês en Portugal se alza un pequeño poblado de montaña conocido por el nombre de la Branda de Santo António Val de Poldros, cuya característica principal es la existencia de un conjunto de casas que por su aspecto se asemejan a las casas de los Hobbits, aunque sus inquilinos lucen muy diferentes a los «medianos» de la Tierra Media.

De hecho, en mi visita a este peculiar lugar, mientras fotografiaba las «cardenhas», como son conocidas estas construcciones rudimentarias construcciones de granito y pizzara, escuche un ruido y me vi sorprendido por la aparición de una vaca de la raza cachena, una variedad de ganado de montaña que está presente solo en esta zona de Portugal y en el Parque Natural de Baixa Limia – Serra do Xures en España.

En este momento me di cuenta que todo el conjunto urbano era un poblado urbano temporal, usado para dar cobijo a pastores y ganado durante el verano; normalmente la parte superior es ocupada por las vacas y la planta superior por los pastores.

Val de Poldros no es muy grande pero es ciertamente un lugar muy pintoresco y cuenta ademas con un restaurante con cierto fama local y un mirador de excepción de toda esta zona donde predominan los pastos de media montaña.
Curiosamente el pueblo es muy desconocido porque se encuentra desplazado algunos metros de la carretera principal, aunque si es mas popular la iglesia dedicada a San Antonio, el patrón por antonomasia de Portugal que tiene una coqueta capilla en la zona.

Branda de Santo António Val de Poldros, quizás se quede corto para ir a verlo en exclusiva, pero puede ser un buen punto de partida para una excursión más larga, que se adentre además en la sierra de la Peneda, donde existen interesantes atractivos tanto naturales como culturales, así que os recomiendo visitar este rinconcito y aunque no encontréis a seres de las sagas de la Tierra Media, si es una tierra mágica que disfrutareis enormemente, porque la belleza del Norte de Portugal es interminable.


Actualizado el 26 agosto,2022.
Publicado por Miguel Ángel Otero Soliño