Fundada por la civilización Licia, Kaş es un tranquilo centro vacacional ubicado en la costa mediterránea, que presume con orgullo de contar con uno de los mejores paisajes costeros de Turquía.

Kaş es uno de esos lugares donde uno puede disfrutar de la plenitud del estilo de vida mediterráneo; así durante el verano los atardeceres embellecen su escarpada costa, espectáculo visual que uno puede disfrutar degustando un buen vino y el mejor pescado del día. Mientras el paladar goza, podremos recordar los momentos de pleno placer que sentimos cuando nos bañamos en la famosa playa de Kaputaş o en la más discreta de Limanagzi, donde la transparencia de las aguas combina con cualquier fotografía.

Mientras la suave noche comienza a hacer apto de presencia, podremos ver las fotos que tomamos en nuestra excursión al castillo de Simena, donde podemos admirar decenas de tumbas de la otrora prestigiosa civilización Licia.

Con todo para disfrutar de la arqueología, no necesitamos salirnos del casco urbano de Kaş, ya que no solo cuenta con varias tumbas licias, sino que incluso presume de tener un hermoso teatro que perteneció a la antigua ciudad de Antifelo; con todo gran parte de este patrimonio se encuentra sumergido, lo cual constituye un especial atractivo para los amantes del submarinismo, que gustan mucho de elegir Kaş como destino vacacional.

Los que no quieran bucear, siempre pueden tomar un ferry y acercarse a la cercana isla griega de Kastellorizo (Meis en turco), cuyos habitantes llenan de vida Kaş cada viernes, día elegido por los griegos para hacer sus compras semanales en Turquía.

Rodeada por montaña y mar, Kaş luce siempre diferentes colores del turquesa de sus aguas al verde de los pinares que envuelven a este mágico entorno; una ciudad con olores, sabores, colores y sonidos propios del Mediterráneo, uno de esos destinos esenciales que sí o sí hay que ver en Turquía.

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Actualizado el 8 octubre, 2019.
Publicado por Miguel Ángel Otero Soliño