Antes de que el río Támesis alcance el centro de Londres, fluye entre meandros por un paisaje semiurbano pleno en belleza estética; uno de los entornos más bucólicos de este microcosmos fluvial lo constituye Richmond, lugar que está considerado por muchos como uno de los barrios más bellos de la capital británica.

Cuando visite Richmond rápidamente me hizo recordar aquel libro de inglés que nos hacían leer en la escuela llamado «Three man in a boat«, en las que narraban las enrevesadas historias de tres hombres y un perro que recorrían a remo el Támesis; siempre creí que lo narrado en el libro era solo un bucólico legado del Londres del Siglo XIX, pero al llegar al embarcadero de Richmond y ver la pintoresca estampa mostrada de las barcas de remo a pie de su hermoso puente, me entro ganas de alquilar una y dejarme llevar por la magia del río.

Realmente Richmond es de esos lugares de Londres que enamoran, por lo cuidado de la integración de sus edificios en el paisaje y por la tranquilidad que desprende todo el barrio; desasosiego que se manifiesta en el el estilo de vida de sus habitantes que no dudan al menor rayo de sol en sentarse en sus parques a disfrutar de sus «picnics modernos», porque si de algo puede presumir Richmond es de disponer de amplias y bellas zonas verdes.
El principal vergel de la localidad es el Richmond Park, una reserva natural tan amplia que cuenta incluso con una notable colonia de ciervos, los cuales son fácilmente visibles por los miles de visitantes que practican deporte a diario en su campiña.
Dentro de su extenso territorio protegido también debemos destacar la antigua residencia real conocida por el nombre de White Lodge, hoy en día reconvertida en una prestigiosa escuela de ballet.

Otra de las joyas de la corona de Richmond es el Real Jardín Botánico de Kew, un extenso espacio publico en el que a la par que se desarrolla investigación botánica puntera, se muestra a los visitantes la grandeza visual de la diversidad vegetal a través de unos espectaculares y fotogénicos invernaderos.

Existen innumerables zonas verdes más en el entorno de Richmond, uno de los mejores ejemplos es el Terrace Gardens, un mirador que muestra paisajes imborrable y que en uno de sus extremos se fusiona con el Petersham Common, bosquete donde se integran algunos edificios notables como el Royal Star and Garter Home.

Más enfocado al descanso o a los deportes colectivos como el cricket nos encontramos el Richmond Green, una explanada pública con césped cortado al milímetro que se encuentra integrada en pleno casco urbano y que sirve de antesala para disfrutar del urbanismo Richmond donde se entremezcla con elegancia las casas tradicionales de ladrillo con algunas de más bellas las mansiones ajardinadas de Londres.

Richmond pese a su pequeño tamaño es capaz de ofrecer al visitante una experiencia de ocio completa, tanto en el aspecto cultural (a través de las representaciones de su conocido teatro), como comercial (la mayoría de las grandes cadenas de moda están presentes en el barrio) o mismo el gastronómico.
Sin duda, Richmond es un lugar donde ideal para enamorarse de Londres, un lugar que por momentos te transporta a otra época, pero que te sigue maravillando en el presente, sin duda uno de los barrios más bellos de Londres.
Actualizado el 9 abril,2019.
Publicado por Miguel Ángel Otero Soliño
Visité la zona de los Jardines de Kew el año pasado y coincido contigo en que zona que enamora.
Me gustaMe gusta
si es un lugar precioso, la verdad que de lo que más me gusto de Londres, de hecho tengo unos amigos que viven alli y tengo ganas de explorarlo mas, me quedan muchos rincones de Richmond por conocer
Me gustaLe gusta a 1 persona