Quinta de Curvos, el jardín de las camelias

Portugal desborda de lugares que enamoran a primera vista, pero pocas visiones lusas me han emocionado últimamente tanto como lo ha hecho el florecer de las camelias en los jardines de la Quinta de Curvos en Esposende.

La Quinta de Curvos es relativamente popular a nivel regional por sus vinos verdes que destilan dosis de sabor, esencia celestial creada por mezcla magistral de suelos graníticos e influencia atlántica con un toque de dulzura aportada por los valles fluviales del entorno; pero curiosamente su finca, que aun no está abierta al público general, es una gran desconocida pese a ser un paraíso visual lleno de recovecos imposibles de no fotografiar.

Jardines Quinta de Curvos
Quinta de Curvos  Foto: Miguel Ángel Otero Soliño

Los jardines de la quinta por momentos parecen inspirarse en los existentes en el santuario de Bom Jesus en Braga, pero los mismos no se conforman con ser mera copia y acaban por desarrollar líneas propias que impactan al visitante y le dan a la quinta una marcada personalidad, en un entorno ajardinado cuidado con mimo por sus dueños.

Quinta portuguesa
Parajes escondidos en el interior de la Quinta  Foto: Miguel Ángel Otero Soliño

El elemento central del conjunto de jardines está en su lago, donde los patos disfrutan de las aguas plácidas a la sombra de un gallardo torreón, el cual se asienta sobre una gruta artificial ideal para la charla relajada.

Pero el conjunto que envuelve esta casa señorial con 4 siglos de historia no acaba aquí, así el paseo continua entre arboles de gran porte y una inmensa colección de camelias, probablemente la más completa de todo el Noroeste peninsular.

Esposende
Lago de la Quinta  Foto: Miguel Ángel Otero Soliño

El género Camellia tiene aquí un reservorio de especies muchas de las cuales son únicas o lo sumo infrecuentes en todo el eje atlántico; esta biblioteca botánica se expresa a través de una hermosa explosión de colores difundidas por los simétricos pétalos que dar forma a esta famosa flor originaria de Corea y Japón.

Tras embelasarnos de camelias, podemos tomar descanso a la sombra de un paraguas gigante que en verano desliza agua por sus varillas dando refresco al ambiente.

Quinta de Curvos
Camelias en la Quinta de Curvos  Foto: Miguel Ángel Otero Soliño

La ruta por la finca acaba en los viñedos donde se producen los 270.000 litros de caldo para la bodega; uvas que nacen y crecen en parras que se distribuyen en largas hileras, creando, junto a los jardines, una dicotomía paisajística única que hace que la visita a la Quinta de Curvos se convierta en una experiencia que enamora para siempre.

Esposende Portugal
Paisaje de la Quinta de Curvos  Foto: Miguel Ángel Otero Soliño

Actualizado el 14 mayo,2017.
Publicado por Miguel Ángel Otero Soliño

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