La acción de los agentes geológicos de Galicia fueron poco a poco moldeando el valle de fluvial del río Verdugo, hasta que en un momento el mar acabó invadiendo su frente, creando así la mágica estampa de la Ría de Vigo.
Allá donde nace el «Mar de Vigo«, hoy se alza la localidad de Ponte Sampaio, un rincón lleno de encantos y de historia, cuya visita se hace esencial para aquellos que quieran palpar y disfrutar los encantos que ofrece las Rías Baixas

El puente que cambió la historia de Galica
Toda ruta por esta parroquia perteneciente al municipio de Pontevedra, debe partir del hermoso puente medieval que da toponimia al lugar y que le confiere personalidad y estampa reconocible.
Será a la vera de esta pétrea pasarela donde el destino de Galicia cambiaría para siempre, ya que aquí tuvo lugar en 1809 la heroica resistencia de las tropas españolas ante el poderoso ejército de Napoleón, gesta que supondría el fin de la presencia gala en tierras gallegas.
Nada sería igual en Galicia tras el paso de los franceses, pero parece que la belleza de esta monumento no ha cambiado mucho desde aquella y su estampa sigue dando cobertura con sus 10 arcos al río Verdugo, un torrente de vida que es atravesado a diario por decenas de piragüistas que normalmente parten a desafiar a las aguas desde la cercana playa fluvial de la Xunqueira.

Este estratégico paso fluvial tuvo durante mucho tiempo cierta relevancia local al constituir el nexo natural de unión entre Pontevedra y Vigo; pese a que hoy ha perdido su estatus, su firme es transitado por miles de peregrinos que, en su ruta milenaria hacía la Catedral de Santiago, aprovechan para hacer sacarse aquí unas fotos o rezar en la sencilla iglesia de Santa María.
Isla do Medal o Insuiña
El Camino de Santiago transcurre entre las estrechas cuestas del núcleo urbano de Ponte Sampaio, sendero que antes de desviarse nos sirve de antesala de otra calle que nos llevará a otro de los grandes atractivos de la localidad: la Isla do Medal.
Es un paseo relativamente corto, pero lleno de riqueza visual donde la acción de la marea condiciona mucho la impronta que nos llevaremos; el mar es el principal artista de este lienzo que muta diariamente varias veces al son del magnetismo de la luna y el sol, ofreciéndonos un decorado único en colores y sensaciones en cada una de las fases del día.

En marea baja el paisaje se llena del fango traído con mimo por el río y que las ardeidas movilizan con cuidado en busca de alimento. Aves que muchas veces descansan sobre las embarcaciones tradicionales que reposan sobre el lecho carente de agua y que parecen estar animándote para que les saques una foto.
En marea alta el paisaje muta y gana en viveza, las aguas relucen y reflejan las parras de los viñedos que se disponen de forma aterrazada cubriendo la pendiente del entorno.

La marea alta da sentido a la isla do Mendal, también conocida como Insuiña, una coqueta isla que nos recibe con un puente levadizo que solo tiene sentido práctico cuando el agua de la subida mareal rodea la isla.
La isla perteneció a Antonio Medal, de ahí su nombre, un pintor que convirtió este espacio en un lugar de encuentro cultural con la elite gallega de principios del siglo XX.

Pese a su pequeño tamaño en la isla acoge un palomar, un hórreo y un mirador donde la originalidad de su mesa y su llamativo “mantel” lo convierten en un lugar ideal para que los vecinos acudan aquí a celebrar eventos familiares como cumpleaños, o para que los enamorados se hagan selfies a la luz del atardecer.
El Toro de Osborne
Lo hemos visto tantas veces en esos interminables viajes en coche por la península, que su estampa es parte imborrable de nuestras travesías viajeras, pero rara vez uno se para y se acerca a admirar su emblemática figura, que se ha convertido en imagen de España en el mundo; en Ponte Sampaio existe uno de los pocos toros-anuncio de Galicia y realmente resulta fácil incluirlo en nuestra ruta tras visitar la isla do Medal.

El Toro de Osborne se encuentra en una pequeña colina, a la que se accede después de atravesar un corto camino entre matorrales, que nos dirige ante la estampa de este mítico anuncio que tiene consideración de Bien de interés Cultural y cuya visión supone un aporte más que enriquece la visita a tierras de Ponte Sampaio.
Ponte Sampaio, ese desconocido rincón gallego que merece ser descubierto
Pese al trascendental evento bélico que tuvo lugar en estas tierras, Ponte Sampaio mantiene su tradicional vida tranquila y discreta, hasta tal punto que la batalla solo es recordada en una más que sencilla placa a pie de puente, de hecho, los pocos visitantes que capta son aquellos que buscan disfrutar del verano en su popular playa fluvial.

En invierno el ritmo se ralentiza aún más y el paisaje humano es local con pinteladas de peregrinos que se sientan en el bar cercano al puente para sentir el fluir del río mientras admiran el vuelo de las gaviotas o discuten si un nuevo coche tendrá problemas para cruzar la angostura del puente; simplicidad que enamora y merece ser descubierta, así que no lo dudes adéntrate en Terras de Pontevedra y forma parte de la historia y belleza de Galicia.
NOTA: Este artículo forma parte de una colaboración con Terras de Pontevedra, zona turística que abarca la parroquia de Ponte Sampaio y el Municipio de Pontevedra. Puedes leer más sobre este destino y otros relacionados en su pagina web.

Actualizado el 18 noviembre, 2020.
Publicado por Miguel Ángel Otero Soliño