Un grupo de flamencos hacen escorzos imposibles mientras los humanos admiramos la asombrosa flexibilidad de su cuello, su estampa de impecable belleza es uno de los reclamos del Jardín Tropical de Monte Palace, uno de los lugares más bellos de la isla de Madeira.
Este jardín de connotaciones tropicales se ubica en las altas colinas que rodean Funchal, de hecho, para acceder a su recinto, el medio de transporte más habitual es un teleférico (en el pasado incluso existió un tren cremallera) que conecta el centro de la ciudad con la freguesía de Monte.
El Monte Palace se aprovecha de la pendiente para dar soporte físico a este paraíso de infinitos detalles donde la vegetación crece en armonía, integrando en su seno a un sin fin de estatuas y elementos decorativos.
Los expertos en arte valorarán la profusión de azulejos, una de las colecciones más importantes de Portugal, pero los mundanos nos sorprenderemos más con la estética oriental de parte del conjunto, ya que nos encontramos con elementos decorativos clásicos de la cultura paisajística de Japón y China.
Esta inspiración oriental se manifiesta en diferentes templetes, vegetación propia, budas, dragones o mismo charcas con peces Koi que conceden al jardín un ambiente pleno en armonía.
Esta afinidad por lo oriental nace del impacto que produjo un viaje por Asia en José Berardo, mecenas actual del jardín, donde este rico madeirense descubrió la belleza de esta tierra y los fuertes vínculos históricos que vinculan a Portugal con estos países.
Estos jardines orientales flanquean el gran lago que es el epicentro de todo el conjunto; aquí confluye el agua que fluye por todo el paraje y en su estética se repiten los patrones de muchos palacios europeos con esculturas románticas que juegan a integrarse en unas aguas, dominadas por cisnes y otras aves acuáticas.
En el pasado el lago fue navegable con pequeñas embarcaciones, siendo esta actividad una de las actividades más solicitadas por los huéspedes del antiguo Monte Palace Hotel, cuyo edificio aún pervive y que oferta las mejores vistas del recinto.
El hotel, que operó desde 1904 hasta 1943, fue construido Alfredo Guilherme Rodrigues, tras adquirir los derechos de la propiedad que en el pasado había pertenecido a la familia del cónsul inglés Charles Murray.
La Quinta Monte Palace guarda muchísimos más tesoros, así oferta exhibiciones de arte africano, estatuas de animales, geodas, grottos, flores exóticas, helechos arborescentes y muchos senderos que te permiten disfrutar de cada rincón de este lugar mágico, que nunca deja de sorprenderte.
El Monte Palace es uno de los lugares más bellos de Portugal, un rincón que transmite una armonía natural que solo uno puede disfrutar acercándose a este hermoso rincón de la isla de Madeira, así que no lo dudes toma el teleférico de Funchal (o un bus) y disfruta de este mágico destino.
Actualizado el 1 septiembre,2024.
Publicado por Miguel Ángel Otero Soliño
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