Es inevitable, siempre que uno alcanza una cumbre a todos nos surge un fuerte deseo de gritar «Eco, Eco» buscando la complicidad de la montaña que siempre nos responde con toda su fuerza. ¿Pero quien esta detrás de esa sonora repetición que tanto nos emociona? Como siempre la respuesta habrá que encontrarla en la mitología griega.

Eco era una ninfa de los bosques de bella palabra, todo era hermosura en sus sonidos y embelesaba a todo aquel que se parase a escucharla.
Esta habilidad no paso desapercibida para Zeus quien comenzó a utilizar a Eco para distraer a Hera (su esposa) mientras este cortejaba a nuevas amantes. Pero Hera no tardó en descubrir la treta y enfadada por la traición de Eco, la condenó a no poder hablar y a repetir la última palabra el final de las frases que escuchaba. Sin su voz, Eco era incapaz de expresar emociones y de iniciar conversaciones, por lo que acabo aislándose y escondiéndose en lo profundo de los bosques.

La leyenda nos cuenta que tiempo más tarde se enamoró de Narciso al cual intento expresar sin éxito sus sentimientos, pero su maldición hizo que no consiguiese más que repetir las palabras del apuesto joven quien por ello se burló de ella; humillada Eco se encerró en una cueva en las montañas, lugar donde permaneció hasta su muerte.
De esta historia surge la costumbre de invocar su nombre cuando estamos en un alto, ya que Eco siempre esta ahí para devolvernos las palabras, porque su condena era eterna y su voz vagara por siempre entre las montañas.
Actualizado el 25 abril,2019.
Publicado por Miguel Ángel Otero Soliño
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Interesante leyenda. No la conocía. Gracias.
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de nada, la verdad que muchas de la expresiones tienen una historia interesante detras me encanta siempre conocerlas 🙂
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