La Catedral de Santa María de Murcia es el reflejo de una época, la Reconquista, donde los cambios y la mezcla cultural eran una constante que se reflejaba en su arquitectura civil y religiosa; así cuando la Taifa de Murcia cayo en la órbita castellana, pronto se comenzaron a dar pasos dirigidos a la cristianización de la región y que culminaron con la construcción de una catedral que hoy en día luce esplendida y bella, gracias a una constante aportación y mezcla de estilos.

Todo esto se remonta al siglo XIII, cuando el Tratado Alcaraz convierte a Murcia en un protectorado del Reino de Castilla. Inicialmente el gobierno religioso se instaló en Cartagena, pero el alzamiento fallido de las localidades musulmanas en 1264 (motivado por el incumplimiento de las condiciones pactadas por parte de las tropas cristianas), conllevo la imposición del cristianismo en todo el reino y la diócesis fue trasladada a la capital (aunque mantuvo la denominación de Diócesis de Cartagena).
Necesitados de un templo adecuado, se comenzó, bajo los pies de la antigua mezquita, la construcción de la que hoy es una de las catedrales más espectaculares de España.
Consagrada en 1465 , la catedral parece como si tuviera un carácter inconformista, de no querer ser marcada un estilo y a la par pretender recoger lo mejor de todos ellos. La seo murciana fue diseñada bajo los patrones de un gótico que fue introduciendo elementos renacentistas, para quedar finalmente impregnada de la brutalidad visual del barroco.
La catedral actual se abre a una bella plaza publica situada en el centro urbano de la ciudad y donde una majestuosa fachada barroca del siglo XVII da la bienvenida al visitante. Este retablo de piedra fechado en el año 1751 y obra de Jaime Bort constituye uno de los ejemplos más característicos del barroco hispánico junto a la fachada principal de la Catedral de Santiago.

También es digno de reseñar el brillante trabajo realizado por los escultores de las puertas laterales, con predominio de la decoración Plateresca en el caso de la Puerta de las Cadenas y de lucido gótico en la Puerta de los Apóstoles.
Una de las principales sorpresas de la catedral es su imponente torre campanario cuyo cuerpo se eleva hasta los 100 metros y que respalda la monumentalidad del conjunto y da sombra a la hermosa Capilla de los Velez, que surge como añadido poligonal con un aire renacentista.
El gótico de clara influencia castellana predomina en un interior estructurado en 3 naves y repleto de pequeñas capillas donde se concentra gran parte del valor artístico de la catedral, con amplia variedad de retablos, pinturas y detallados trabajos en piedra. La catedral cuenta además con un interesante museo que ocupa el espacio que anteriormente conformaba la Sala Capitular y el viejo claustro gótico del siglo XIV, donde se exhiben una colección de piezas de orfebrería y de pintura de gran valor patrimonial.
Símbolo de la ciudad de Murcia, la catedral parece rebelarse contra el tiempo, empeñada en sorprender a generaciones de visitantes que no dejan de admirar la joya espiritual de todo un reino.
Actualizado el 24 abril,2019.
Publicado por Miguel Ángel Otero Soliño