El observador de Bratislava

Tras la independencia de Eslovaquía, la ciudad de Bratislava decidió embellecer su casco histórico con un divertido conjunto de estatuas que en poco tiempo se han convertido en uno de los símbolos turísticos de la capital eslovaca; sin duda, la más popular de todas es la de «símbolos» un simpático trabajador que nos observa desde el interior de una alcantarilla.

La estatua del «observador» (traducción literal de Čumil) aparentemente es un reflejo de los antiguos oficios de la época comunista (entre ellos el de limpiador del alcantarillado) y su actitud aparentemente era concordante con el proceder de muchos de ellos, que desmotivados por la imposibilidad de progresar o cambiar de oficio pasaban más tiempo observando el discurrir de los viandantes que trabajando.

Čumil
Esta divertida estatua es uno de los símbolos turísticos de Bratislava Foto: Miguel Ángel Otero Soliño

Con todo, los locales prefieren decir que realmente el protagonista de la estatua se mantenía en esa «discreta» posición para ver lo que había por debajo de las faldas de las mujeres.

Esta divertida estatua fue instalada en el punto de unión entre las calles
Laurinská y Panská y sino fuera porque normalmente se encuentra rodeada de turistas pasaría ciertamente desapercibida, de hecho han sido tantos los accidentes que ha provocado entre peatones y conductores despistados, que el gobierno local de Bratislava ha instalado una señal de advertencia de su presencia.

La estatua de Čumil es obra de Viktor Hulík y fue inaugurada en 1997 a la par que la de otras populares estatuas como la del Paparazzi, Schöner Náci, y el soldado de Napoleón.

Dice la tradición que si uno toca la cabeza del observador y pide un deseo este su cumplirá siempre y cuando no se lo comentemos a otra persona; no sabemos si realmente se cumplen los mismos o no, pero está claro que por si acaso tanto los turistas como los locales no dejan de intentarlo.


Actualizado el 14 marzo, 2019.
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