La costa cercana a la ciudad turca de Çannakale está llena de joyas arqueológicas de primer nivel como pueden ser las antiguas urbes de Troya o de Assos, pero la diversidad es tan grande que incluso santuarios como Apollon Smintheion pasan desapercibidos a la mayoría de los turistas pese a su indudable belleza e historia.

El templo de Apollon Smintheion, más allá de su fotogénica y elegante estampa, sorprende por contar con innumerables figuras de ratones distribuidos por todo el complejo, pero ¿a que se debe la presencia de tantos roedores en un monumento de la cultura helena?.

Pues resulta que hablamos de uno de los pocos templos dedicados a Apolo en su función del «señor de los ratones«, que de hecho es la traducción literal del nombre del templo. La aparente capacidad de Apolo, uno de los dioses del Olimpo más importantes, de proteger (o castigar) a los agricultores con plagas de los ratones, es el motivo por el que se levantó este santuario que tuvo una gran relevancia regional, de hecho, hasta el mismisimo Hómero lo cita en la famosa epopeya de la Iliada.

El templo fue construido a mediados del siglo 2 antes de Cristo, siguiendo los patrones de la orden pseudodíptera; su arquitecto es desconocido, pero se asume que fue un discípulo directo de Hermógenes de Priene, gran impulsor de este estilo arquitectónico que tuvo gran relevancia en las colonias griegas de Anatolia.

No es un santuario excesivamente grande, pero conserva gran parte de sus columnas y se ha restaurado una parte de sus escalinatas donde descansan numerosos «ratones», cuya simpática estampa crea una de las fotografías más famosas del monumento.

Sorprendentemente, las mismas figuras de ratones aparecen muertas en la entrada al yacimiento atravesados por las flechas de Apolo, escena que es utilizada para explicar a los turistas el mito de Apolo como «señor de los ratones».

En su esplendor, el santuario era rico en elementos decorativos que creaban una entorno visual de excepción, para dar lustro a una estatua de 5 m de Apolo que dominaba el conjunto.

Las primeras excavaciones del yacimiento fueron iniciadas en 1863 por el británico Richard Popplewell Pullan y retomadas en pleno siglo XX por el museo arqueológico de Çannakale y la Universidad de Ankara.

El fruto del trabajo de los arqueólogos ha ampliado el espacio más allá del santuario, descubriendo decenas de edificios anexos, muchos de ellos pertenecen ya a la época romana, entre los que destacan unos baños y unas cisternas.

Un pequeño museo completa la oferta de este precioso yacimiento ubicado en la localidad turca de Gülpinar, una parada más que necesaria para conocer la riqueza de Asia Menor.

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Actualizado el 9 febrero,2024.
Publicado por Miguel Ángel Otero Soliño