Me adentro en la catedral ortodoxa de Sofía y una paz interior empieza a difundirse por mi cuerpo, sensación que se difunde al son de una música de corte espiritual cuyo compás se ha iniciado justo a mi entrada a este templo !Que sincronización!; mi mirada se pierde en sus poderosas cúpulas y en su decoración de magnifica ejecución, elementos singulares que convierten a este templo en el monumento más importante de la capital de Bulgaria.

SÍMBOLO DE LA BULGARIA INDEPENDIENTE

La recuperación de la soberanía nacional de Bulgaria a finales del siglo XIX, supuso la creación de una nueva identidad búlgara la cual buscaba distanciarse de los siglos de dominio otomano; de este espíritu nacionalista surgió la idea de levantar una catedral nacional que a a la vez sirviese de homenaje a los muertos en la guerra turco-rusa, tras la cual el país recupero su independencia.

Esa ambiciosa iglesia sería inaugurada en 1912 y se levantó con donativos de los ciudadanos búlgaros, cuyo dinero permitió al arquitecto ruso Alexander Pomerantsev levantar este templo de estilo neobizantino y que ahora embellece mi vista.

EXALTACIÓN DE LA GLORIA ORTODOXA

La catedral de Sofía no solo sirve de loa a la grandeza nacional búlgara, sino que este monumento se utilizó para promover la exaltación de la grandeza espiritual de la iglesia ortodoxa y de hecho recibirá el nombre de Alejandro Nevski, un santo de origen ruso famoso por su defensa del cristianismo ortodoxo, cuyas reliquias tienen custodio en la catedral.

Ese espíritu exaltativo de la ortodoxia se magnifica la amplia cantidad de iconos que pueblan las paredes del templo y que se distribuyen en la vertical hasta alcanzar la inmensa cúpula de 45 metros de altura.

UNO DE LOS TEMPLOS ORTODOXOS MÁS GRANDES DEL MUNDO

La Catedral de Alejandro Nevski es uno de esos edificios que dan cache y prestigio a una capital, esto es debido fundamentalmente a que hablamos del templo más grande de Bulgaria y que supera ampliamente dimensiones a otros célebres monumentos religiosos de Sofía como la sinagoga o la Mezquita de Banya Bashi.

Su capacidad para más de 5000 fieles, le convierten además en uno de los templos ortodoxos más grandes del mundo, sensación que se magnifica además por el hecho de que el monumento se haya libre de cualquier obstáculo visual que hace que el visitante pueda disfrutar completamente de su perspectiva exterior.

UN MONUMENTO INSPIRADOR

Extasiado por momentos por la belleza del templo, busco un banco donde sentarme y poder reflexionar sobre mi día a día, los pensamientos y reflexiones fluyen sin control mientras clérigos y fieles deambulan con velas y besan iconos de forma un poco aleatoria.

Mi paz interior es profunda y eso que este universo ortodoxo aun me resulta ajeno en lo litúrgico. Suena la alarma y me tengo que marchar al encuentro de mis amigos que me esperan listos para transmitir toda su hospitalidad; doy un vistazo final a esta hermosa catedral y siento que mi viaje a Bulgaria ya ha valido la pena solo por este momento, quizás exagere pero hoy me siento un poco Alejandro Nevski.

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Actualizado el 4 noviembre,2022.
Publicado por Miguel Ángel Otero Soliño