Malta, pese a su pequeño tamaño, siempre ha sido un enclave de gran importancia estratégica, lo que ha provocado que históricamente haya sido objeto de deseo de las grandes potencias militares; el pueblo maltés ha respondido siempre a esta amenaza con un gran espíritu de entereza, y así no solo se enfrentó con éxito a la flota del gran sultán Suleimán, sino que resistió de forma encomiable los raids aéreos alemanes durante la II Guerra Mundial que arrasaron con toda la isla.
Uno de los edificios que sobrevivió el ataque de la temible Luftwaffe fue la Rotonda de Mosta, una hermosa iglesia que presenció un milagro el 9 de abril de 1942, cuando una bomba lanzada por la aviación alemana perforó su inmensa cúpula y cayó en el medio de la iglesia mientras se celebraba una misa. No explotó y se salvaron todos los feligreses, que interpretaron el hecho como una señal divina.

Algunos se preguntarán que hacían casi 300 personas en una misa durante un bombardeo, en vez de estar en el cercano refugio antiaéreo (que también se puede visitar), pero el fuerte catolicismo es uno de elementos unificadores de Malta y el país cuenta con un gran número de iglesias, entre las cuales la Rotonda de Mosta es una de las más hermosas y conocidas.

La Rotonda, situada en la localidad de Mosta, es la iglesia más grande de Malta y cuenta con una de las cúpulas sin soporte más grandes del mundo.
De estilo neoclásico, toma fuente de inspiración en la perfección geométrica del Panteón de Roma y adapta su cuerpo de Rotonda a una inmensa cúpula que impresiona al visitante.

Dentro del coste de la entrada tenemos incluido el acceso a un mirador, situado en la base de la cúpula, desde donde tenemos una panorámica única de este impresionante templo, el cual se ha convertido en uno de lugares que hay que visitar en Malta.
La iglesia, que cuenta con estatus de basílica, cuenta con numerosos altares, que se adaptan a la caprichosa forma esférica de un edificio construido a mediados del siglo XIX, cuando la iglesia parroquial original se quedó pequeña para albergar el creciente número de habitantes.

La Rotonda de Mosta tiene una áurea que desprende pura magia, la misma que un día evitó que fuese destruida por una bomba (una réplica de la misma puede ser vista en la tienda de recuerdos) y que hoy enamora a todo aquel que quiera descubrir los secretos de Malta.

Actualizado el 9 enero, 2025
Publicado por Miguel Ángel Otero Soliño


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