La iglesia de Santa Croce en Florencia se muestra hermosa con su iluminación nocturna y su fachada parece buscar reflejo en una extensa plaza pública que ahora luce desierta. La explanada es pobre en ornamento en comparación con la frecuente ostentación de otros foros de la ciudad, pero el espacio no está libre sin motivo, sino que está aguardando la llegada del mes de junio, momento en que su estética cambiara radicalmente y se convertirá en un abarrotado recinto listo para acoger el evento deportivo más importante de la capital de la Toscana, hablamos del popular «Calcio storico«.

El deporte que inspiró al fútbol
El también conocido como «Calcio florentino«, es un brutal deporte que muchas fuentes consideran como el antecesor del fútbol moderno, ya que sirvió de inspiración al Fútbol de Carnaval, que se empezó a jugar en la Edad Media en las Islas Británicas y que con los años evolucionaría creando el fútbol y el rugby actual.
Esta peculiar modalidad deportiva se originó como parte del entrenamiento militar de las tropas de la antigua Grecia, siendo exportado a Florencia en el siglo I a.c donde se haría muy popular entre las legiones romanas apostadas en la ciudad. Con los siglos se convertiría en un espectáculo muy vinculado a la identidad local, de hecho el pueblo florentino celebró de modo desafiante un célebre encuentro durante el asedio de la ciudad por parte de las tropas de Carlos V, partido con el que el gobierno de Florencia quiso demostrar que su estado de ánimo estaba intacto y listo para una larga resistencia.
Durante el siglo XVIII esta tradición deportiva cayó en desuso, hasta que en el año 1930, con el motivo del cuarto centenario del célebre encuentro, se recuperó la celebración del torneo que se ha venido celebrando interrumpidamente desde entonces, con excepción del período correspondiente a la II Guerra Mundial.

Una competición plena en violencia
La competición, cuya final suele celebrarse el día 24 de Junio en coincidencia con la festividad de San Juan, suele enfrentar a 4 equipos, los cuales están íntimamente asociados a los barrios históricos de Florencia. Cada equipo se identifica por un color exclusivo, así el verde representa al barrio de San Giovanni/Baptisterio, el rojo identifica a los jugadores procedentes de la barriada de Santa Maria Novella, el azul al barrio de Santa Croce y finalmente el blanco identifica a los habitantes de Santo Spirito/Oltrarno.
El «Calcio storico fiorentino» es juego muy físico y pleno en violencia, consistente en un enfrentamiento entre dos equipos de 27 jugadores, que se dividen en secciones. El objetivo del juego, que dura 50 minutos, es introducir el balón en la portería adversaria, la cual esta definida por una red que ocupa en longitud todo el fondo del rectángulo del juego.
Si los jugadores introducen el balón en la portería reciben un gol o caccia, en cambio si se falla el lanzamiento y el balón pasa por encima de la linea se suma media caccia para el rival, los equipos cambian inmediatamente de lado tras la consecución de un tanto.
Los jugadores pueden tocar el balón tanto con las manos como con los píes y prácticamente está permitido cualquier tipo de placaje, así como puñetazos, patadas etc, lo cual hace que la mayor parte de los jugadores, que suelen vestir pintorescos trajes renacentistas, acaben con importantes heridas en su cuerpo; incluso, en ocasiones, los jugadores se olvidan del esférico y se enzarzan en multitudinarias peleas.

Un espectáculo multitudinario con un singular premio
Los partidos, que son televisados, vienen precedidos de un colorido desfile de comparsas que portan hermosos estandartes y trajes de época y que parten de la iglesia de Santa María de la Novella, cruzando toda la ciudad, siendo el alcalde de Florencia quien encabece la marcha.
Las gradas suelen estar llenas de aficionados de los distintos equipos que animan constantemente a los jugadores, de un modo similar a lo que ocurre en los partidos de fútbol moderno, ya que es motivo de gran orgullo para el barrio correspondiente el vencer en la competición; un sentimiento que no está motivado por dinero, ya que el trofeo por tal titánico esfuerzo es solo la entrega simbólica de una ternera de la raza “Chianina».
El calcio storico como deporte puede horrorizar a muchos, pero es innegable el valor inherente en el mismo en la creación de la identidad florentina, una competición milenaria que todos los veranos convierten a la plaza de Santa Croce en el corazón de la Toscana.
Actualizado el 24 abril,2019.
Publicado por Miguel Ángel Otero Soliño