Villafranca del Bierzo, es una de las localidades más bellas y singulares de la provincia de León, siendo especialmente conocida por ser una de las paradas clásicas de la ruta francesa del Camino de Santiago.

Una villa que creció al amparo de la atención al peregrino que se dirigía a la tumba de Santiago, lo que conllevó a la creación de hospitales gestionada por monjes franceses de la orden de Cluny. La comunidad monacal, añadida al asentamiento de muchos peregrinos franceses en estas tierras, conllevó la creación del topónimo de villa francorum, que dio lugar al nombre actual de la localidad.

Curiosamente el francés no es una lengua que pueda ser escuchada a día de hoy en esta localidad de la comarca del Bierzo, pero sí el gallego ya que la cercanía con Galicia y el aislamiento de esta zona montañosa ha permitido su supervivencia.

Las fronteras entre Galicia y León se diluyen aquí y elementos clásicos de la arquitectura de la zona se comparten sin reclamaciones propias, como el uso de la pizarra en los tejados de las casas e iglesias. Templos que abundan y mucho en la villa, como recuerdo de la importancia como localidad de paso del Camino, cuyos peregrinos actuales han revitalizado turísticamente la localidad especialmente durante el período estival.
Turistas religiosos que celebran la riqueza de la gastronomía local y el espectáculo de su paisaje, porque aunque aun este ciertamente lejos de Santiago, en Villafranca uno se siente igualmente cerca del cielo.

Actualizado el 14 mayo,2019.
Publicado por Miguel Ángel Otero Soliño